jueves, 30 de septiembre de 2010

Siempre he hecho ganchillo pero un día llegaron ellos a mi vida, los amigurumi, "curioso nombre" pensé, resulta que significa "peluche de punto", que resulta un poco menos glamouroso. Desde entonces no lo he podido dejar, tejerlos forma parte de mi vida cotidiana: en casa, en el parque mientras el niño juega, en el coche (ojo! cuando conduce otra persona), cualquier sitio es bueno si llevo agujas y lana. 

 Esta tortuga es el último que he hecho, ya la había realizado antes, pero sigue siendo una favorita entre mis conocidas y ya he hecho unas diez más o menos. En breve abriré una sección de patrones gratuitos, porque el arte es arte y no se paga con dinero.

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